La lechuga milanesa cuenta con gran popularidad entre los consumidores; especialmente por ser resistente a las bajas temperaturas, permite que se cultive muy bien durante el invierno
Es una hortaliza de textura suave, con un sabor muy delicado y una consistencia muy crujiente; el intenso color verde de sus hojas las hacen tener una apariencia muy similar a la de las acelgas.
La convierte en el ingrediente ideal, para la elaboración de recetas, donde se haga imprescindible un corazón de lechuga, tierno pero a la vez, lleno de sabor y en forma de cuenca.
Aunque es originaria de Asia Menor, Europa y América del Norte; actualmente es una de las lechugas de mayor consumo a nivel mundial; considerando además que la lechuga en general tiene una producción anual de más de 2500 toneladas al año
La lechuga milanesa puede ser sembrada durante todo el año, produciendo un cultivo uniforme, siempre y cuando se tomen en cuenta ciertas precauciones, durante los días calurosos de la primavera y el verano.
Tales precauciones, no son otra cosa que, comenzar de manera paulatina a incrementar la cantidad de riego, para evitar de esta manera, un súbito aumento de la temperatura.
Las altas temperaturas podrían afectar de modo irreversible la cosecha, así como la separación entre los brotes, que debe estar por encima de los veinte centímetros, a fin de evitar el apiñamiento y la consecuente pérdida de los brotes.
La lechuga milanesa, como el resto de las variedades, es un alimento con muy bajo contenido de calorías y su consumo aporta un mínimo de grasas, lo que la convierte en ingrediente principal de ensaladas y platos ligeros.
Es la preferida, de quienes siguen algún tipo de régimen para perder peso y de todos aquellos, que en general, desean alimentarse sanamente y mantenerse en forma a largo plazo.
Los médicos nutricionistas, los dietólogos y los entrenadores, echan mano de esta variedad de lechuga por ser un alimento sano, que además mantiene a raya el hambre por largo rato.
Algunas propiedades y beneficios de la lechuga milanesa
Como todas las variedades y tipos de lechuga, la lechuga milanesa posee unas cuantas virtudes nutricionales que contribuyen a mejorar ciertas condiciones en nuestro organismo; está compuesta por vitamina C, Omega 3 y Omega 6, además de incluir altos porcentajes de ácidos grasos.
En este sentido, la lechuga milanesa es rica en betacarotenos; que ofrecen generosas propiedades en provitamina A y antioxidantes. Por otro lado, como ya es común en la lechuga, también podemos hallar altos contenidos de fibra en la milanesa; lo que te ayudará a desechar las sales biliares del organismo, así como en la descomposición del colesterol.
Otro punto a resaltar dentro de las propiedades de la lechuga milanesa, es su alto contenido de lactucarium; una substancia que ayuda en la relajación y actúa como sedante induciendo el sueño y disminuyendo los niveles de estrés.
Por otra parte, la fibra es un participante activo en la salud del aparato digestivo y en la limpieza del tracto intestinal.
Por añadidura, una infusión caliente, preparada con hojas de lechuga milanesa, unas gotitas de limón y dos cucharadas de miel, te ayudará a conciliar el sueño, en esas largas noches de insomnio, de las cuales somos víctimas, todos quienes no sometemos, a fuertes situaciones de estrés generado por la agitada vida actual.
Esto se debe al alto contenido de lactucarium, una sustancia que puedes observar, si tomas una hoja de lechuga y la partes. El lactucarium es una sustancia con propiedades relajantes y sedantes, que permiten a quien lo consume, conciliar el sueño con mayor facilidad.
Sumado a esto, la lechuga es un alimento alcalino, es decir que su consumo, es beneficioso para la eliminación de toxinas, manteniendo el equilibrio entre la acidez y la alcalinidad, del organismo, aumentando la energía, mayor compresión de nuevo conocimientos y una piel sana y luminosa.
Las personas con diabetes, pueden consumir lechuga milanesa, con toda confianza, puesto que su índice glucémico es sumamente bajo, en este sentido, la carga glucémica que aporta este vegetal, está ubicado en la parte más baja de la escala.
Muchas personas evitan comer lechuga, debido a la creencia general de que al consumirla cruda, se corre el riesgo de adquirir microorganismos y bacterias.
Sin embargo, la manera de higienizar la hortaliza es sumamente sencilla, basta con sumergirlas en agua con vinagre o unas gotas de cloro, por diez minutos aproximadamente y a partir de ese momento, preparar tu menú habitual.
Es importante destacar, que todas las propiedades de la lechuga milanesa, no disminuyen el excelente gusto de esta hortaliza.
Una buena alternativa para cultivar en casa
Si te llama la atención la jardinería y te encuentras entusiasmado con la siembra de hortalizas, puedes probar con la lechuga milanesa, pues este es un cultivo que funciona muy bien en interior.
El cultivar tus alimentos, como la lechuga milanesa es una excelente opción; ya que funciona muy bien para el cultivo artesanal; especialmente porque los resultados de la cosecha de esta planta se obtienen en un tiempo muy corto (de 2 a 3 meses).
Igualmente, otra característica que contribuye a su cultivo, es que no cuenta con una red de raíces profundas; puede ser cultivada incluso en contenedores reducidos e igualmente obtener excelentes resultados.
En relación al suelo, los ideales son los arenosos, o los ligeros; debes ofrecerle un buen drenaje para mantener la humedad constante. Para sembrarla, debes enterrar la semilla a 5 mm de profundidad. En el caso que desees trasplantarla, debes esperar entre 30 y 40 días (cuando tu planta cuente con una altura aproximada de 8 cm y tenga unas 5 ó 6 hojas).
Finalmente, solo debes cuidar de que se mantenga lo suficientemente húmeda, que no esté expuesta a altas temperaturas y alejar las posibles plagas de ella. Utiliza una botella con rociador para regar las semillas y en poco tiempo, podrás disfrutar del fruto de tu esfuerzo.
Los frutos de la cosecha se obtienen en un tiempo relativamente corto y luego de cuidados básicos, al sembrar las semillas.
Definitivamente la lechuga milanesa es una planta con un delicioso sabor, es muy fácil para preparar y cuenta con grandes propiedades medicinales y nutricionales que permiten disfrutarla de múltiples
Finalmente, lo único que queda es desearte buen apetito.