¿Qué lechuga es mejor para adelgazar? Por lo general se recomienda ingerir alrededor de 2 tazas de verduras y legumbres diariamente, entre las que se incluye la lechuga. Las ensaladas a base de lechuga es uno de los platillos más saludables y efectivos a la hora de tratar de perder peso.
Es una buena manera de mantener el estómago lleno sin necesidad de aumentarle calorías a la dieta diaria. Hay diversos tipos de esta legumbre, no sólo son diferentes de color, forma y sabor, sino también nutricionalmente.
Características de los diferentes tipos de lechuga
Las endivias, escarola o Batavia hacen que una ensalada se destaque en sabor y nutrición. Algunos tienen más cantidad de fibra, necesaria para mejorar la función del tracto gastrointestinal. Por ejemplo, la lechuga romana proporciona más vitaminas que la lechuga tipo iceberg
El beta-caroteno es el principal nutriente que se encuentra en las lechigas de color verde. Como antioxidante, ayuda a combatir ciertos tipos de cáncer, enfermedades del corazón y para prevenir las cataratas. Un color verde oscuro también indica la presencia de ácido fólico, también fuentes notables de vitamina C y potasio.
La Batavia es una buena fuente de vitamina C, otro nutriente antioxidante ligado a la prevención de enfermedades del corazón, cáncer y cataratas. La rúcula y el berro, son miembros de la familia cruciferous, agregando más munición a la lucha contra cáncer.
Como incluir las lechugas en los alimentos
La lechuga es excepcionalmente baja en calorías. Las hojas de lechuga oscura son ricas en folato y contienen cantidades útiles de beta-caroteno, así como vitamina C, potasio y ciertos fitoquímicos. Mediante la adición de ingredientes saludables, puede utilizar la lechuga para crear una comida baja en grasas y calorías fresca, ideal para la pérdida de peso.
La lechuga le ayudará a cumplir con los valores diarios recomendados de micronutrientes, que a veces puede ser difícil en una dieta baja en calorías. Una taza de lechuga tipo romana rallada sólo tiene 8 calorías, y proporciona cantidades suficientes de vitamina A y vitamina K. Estos nutrientes son necesarios para mantener una buena salud del sistema inmune y para la coagulación de la sangre, respectivamente.
Cuanto más fibra y agua contiene un alimento, menor será su densidad de energía. La lechuga romana es 95 por ciento de agua y proporciona 1 gramo de fibra por taza. Es la cantidad total de alimentos que se consume lo que hace sentirse lleno, no la cantidad de calorías en este alimento, por lo que intercambiar alimentos que son bajos en densidad de energía por aquellos que son altos en densidad de energía le ayuda a mantenerse dentro del rango de calorías que se debe consumir.
Se recomienda optar por las lechugas de color más oscuro, ya que estos son más altos en vitaminas y minerales, y agregar variedad mediante el uso de diferentes tipos de lechuga u otros ingredientes saludables para ayudarle a agregar sabor. Otras verduras no almidonadas también tienen baja densidad energética, al igual que las frutas y granos enteros. Los alimentos grasos son altos en densidad energética y deben ser limitados de la dieta diaria.