Tengo hígado graso ¿qué hago?
Usted ha recibido la noticia de su médico de que tiene hígado graso, lo primero que se preguntará es si esto es grave y si se puede curar. La respuesta es alentadora, el hígado graso o esteatosis hepática es una condición ciertamente benigna, lo que significa que usted va a estar bien siempre y cuando tome algunas acciones.
Tengo hígado graso pero ¿porqué? El higado graso, es el resultado de algo que los médicos conocen como Síndrome Metabólico. Cuando se padece un conjunto de condiciones como la obesidad o el sobrepeso, diabetes, o presión arterial alta, entonces decimos que existe Síndrome Metabólico.
El hígado graso es una consecuencia del Síndrome Metabólico, es por eso que cuando uno tiene diabetes y sabemos que nuestro peso está por arriba de lo normal, o padecemos presión alta, debemos checar la función del hígado porque todas estas condiciones predisponen al hígado graso.
Una vez que sé que tengo hígado graso, lo importante es detener lo que lo está causando.
Por alguna razón el organismo de algunas personas obesas o con sobrepeso no está procesando toda la grasa de su cuerpo de forma adecuada. En su sangre empieza a circular una cantidad anormal alta de Ácidos Grasos Libres, que al pasar por el hígado son captados por los hepatocitos, -las células del hígado- éstas se saturan de estos Ácidos Grasos Libres y comienzan a sufrir daño.
Así, las medidas urgentes para detener el daño que está sufriendo el hígado son:
- Modificar la dieta: Aunque hemos escuchado una y otra vez esta recomendación es esencial. Incrementar nuestro consumo de verduras y el de frutas en el desayuno, en la comida y en la cena hará que disminuya la condición de hígado graso.
- Hacer ejercicio: Salvo que usted tenga alguna restricción médica para hacer ejercicio, esto es lo recomendable para reducir el tejido adiposo, (grasa acumulada en abdomen, o en piernas y brazos). Al disminuir esta grasa también mejoran los niveles de sustancias tóxicas en el hígado. Es necesario llevar a cabo ejercicio cardiovascular, tal como bicicleta fija, trotar o hacer natación. Alrededor de 30 minutos al día es lo ideal, pero podría ser 15 minutos diarios o 30 minutos tres o cinco veces por semana.
- Seguir indicaciones del médico tratante: es muy probable que usted deba tratar no sólo la condición de hígado graso sino alguna otra condición subyacente como la diabetes. En dado caso lo importante es seguir al pie de la letra las instrucciones para tomar sus medicamentos. Pues está demostrado que una toma desordenada de la medicina que receta el médico para la diabetes inevitablemente llevará a la persona a sufrir daño renal de forma más acelerada entre otros daños prevenibles.
¿Qué pasa si tengo hígado graso y no se trata a tiempo?
El hígado graso es una condición que si bien puede calificarse de benigna, esto depende mucho de que se detecte y se trate oportunamente. Se sabe que la mayoría de los pacientes a quienes se diagnostica de hígado graso están en etapas tempranas de la enfermedad.
Tengo hígado graso, en un principio no significa que exista daño en el hígado, es decir, que los hepatocitos no han sufrido lesión o fibrosis, que es producto del daño y la reparación que realiza el propio hígado.
Si todavía no existe este tipo de daño, el hígado tendrá capacidad de regularse y evitar que evolucione a otra condición más grave.
La esteatohepatitis
Cuando hablamos de esteatohepatitis, nos referimos al hígado graso, a la acumulación de grasa en el hígado que ha evolucionado y que ha causado inflamación y fibrosis en las células del hígado.
La esteatohepatitis se refiere a una condición más grave pues nos puede llevar a padecer cirrosis, que es una enfermedad prácticamente irreversible. La cirrosis sobreviene después de que el hígado ha sufrido de forma crónica, es decir, por un largo periodo de tiempo el daño.
Si tengo higado graso para evitar que llegue a convertirse en esteatohepatitis, la acumulación de grasa en el hígado debe ser detenida o revertida cuanto antes. El diagnóstico temprano es decisivo, pero también lo es llevar un estilo de vida sano.
Ir al médico y checar la condición en la que se encuentra nuestro hígado podría salvarnos la vida.