La lechuga es un ingrediente de ensalada inusualmente versátil. Combina el valor nutricional de las lechugas con una textura crujiente y jugosa. Las lechugas tipo romana son especialmente populares entre las personas que gustan de hacer ensaladas caseras.
Preparar la lechuga
Separe las hojas del núcleo central de la lechuga con las manos y enjuagar bien con agua fría. Coloque las hojas a escurrir o en una centrifugadora y gire vigorosamente hasta que estén secas. Guarde las hojas secas en un recipiente de plástico sellado o en una bolsa de plástico herméticamente cerrada, lejos del aire y la humedad hasta que esté listo para usarlas.
La mano que sostiene la lechuga debe estar bien empuñada y firme, esto es para evitar que el la hoja del cuchillo tenga contacto con la punta de los dedos. Es importante usar cuchillos afilados para garantizar la buena calidad del corte en juliana.
Por lo general se toman varias piezas de lechuga apiladas ordenadamente para poder obtener en un mismo corte varias piezas en juliana. Esta técnica funciona bien con las zanahorias, patatas y otras verduras firmes, también se puede aplicar con la lechuga pero se necesita tener algo de experiencia previa para evitar accidentes. Asegúrese de sostener firme tanto el cuchillo como lo que se va a picar, esto asegura un mayor control sobre el corte.
Como se realiza el corte en juliana
Cortar cualquier tipo de verdura o legumbre en juliana es fácil y esta habilidad es útil para tener en su repertorio de cocina. La idea es picar de manera que los trozos tengan una larga longitud.
Escoja tres de las hojas más grandes, y póngalas en su tabla de cortar. Apile las demás hojas en la parte superior, tome este paquete y voltéelo, como una pirámide invertida. Trabajando de este modo es más fácil sujetar todas las hojas, desde el más grande que envuelve a los más pequeños. No intente picar todo de una vez, cree paquetes de un tamaño que quepa cómodamente en la mano. Repita el proceso con los otros paquetes.
Para realizar este proceso de manera profesional la manera en que se debe tomar el cuchillo es de la siguiente forma: el pulgar y el dedo índice cubren la hoja, los dedos restantes se enrollan alrededor del mango. Esta posición de la mano permite mayor control. La punta del cuchillo toca la superficie de corte y la mano empuja el cuchillo desde adentro hacia afuera sin levantar el cuchillo de la superficie de corte. Hacia adelante y hacia atrás, con un ligero movimiento de balanceo.
Intente esperar hasta el último momento antes de cortarlo y servir. Esto es para evitar que el color de las hojas se torne marrón, esto se debe a que los bordes donde se realizaron los cortes dejan expuestas partes que son sensibles al contacto con la humedad del aire. Reúna el resto de los ingredientes y luego corte su lechuga justo a tiempo para mezclar todo y servir. Guarde las sobras en un recipiente hermético en la nevera para mantenerlos frescos más tiempo, pero comerlos tan pronto como sea posible.