El secreto para consumir arroz es, como con todos los alimentos, saber controlar la cantidad y la frecuencia de la ingesta. Para cocinar este alimento lo importante es combinarlo con vegetales.
El arroz es un alimento que puede incorporarse en la alimentación de las personas diabéticas, siempre y cuando se respeten las cantidades recomendadas.
Variedad:
El arroz blanco, más carente en vitaminas y minerales que el arroz integral, hace que su poder de saciedad no sea tan importante y cueste respetar las cantidades a utilizar.
Sea cual fuere la clase de arroz que se utilice en la dieta del paciente diabético (yamanni, arbóreo, etc.), debe controlarse su cantidad.
El tipo de hidrato de carbono que aporte este alimento es de absorción lenta, por lo que no se producen aumentos inmediatos de la glucosa en la sangre (un factor importante en el manejo de la enfermedad).
Opciones:
Por su alto contenido en Hidratos de Carbono (80 %) se limita la cantidad a utilizar y se recomienda incorporarlo acompañado de otros alimentos, preferentemente, algún vegetal. De esta manera, no solamente está aumentando el tamaño de la porción a ingerir, sino que el arroz pasa a ser un alimento más de dicha preparación. Cuando la combinación es con vegetales, la presencia de fibra contribuye a que la absorción de esos hidratos de carbono se realice en forma más lenta, favoreciendo a mantener los valores de glucosa más estables. Cuando se incorpore una preparación con arroz, no hay que acompañar con pan o galletitas.
Es muy bien aceptado por los niños, ya que permite presentarles diferentes opciones: en bocaditos, en rellenos, en cazuelas, risottos o hasta en un postre dulce.
Lo importante:
Insistimos al recomendar una alimentación completa, variada y sin demasiadas prohibiciones. Logrando de esta manera una grata adhesión al control de los alimentos e incorporación natural de hábitos correctos.
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