Historia de la hamburguesa estrella de McDonalds

Historia de la hamburguesa estrella de McDonalds, popular en el mundo entero, el bocadillo McDonald’s nació a fines de los años sesenta. Venerada por unos, rechazada por otros, no dejó de alzar pasiones.

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El creador de una hamburguesa mítica

Si los hermanos McDonald popularizaron el término de hamburguesa para llevar ahora en los años 40, fue en el mes de agosto de 1967 en el momento en que un franquiciado de la cadena inventó el Big Mac. Jim Delligatti era el gerente del lugar de comidas de Uniontown, Pensilvania. Se le ocurrió apilar 2 hamburguesas entre tres rebanadas de pan de sésamo, coronadas con rodajas de pepinillos.

Su propósito: prestar un menú terminado en un solo bocadillo. Su hamburguesa, vendida a 45 céntimos, tuvo tanto éxito que un año después pasó a ser parte del menú oficial de la marca (si bien no sin alguna resistencia por la parte de sus directivos).

No obstante, semeja que el término de hamburguesa doble fue iniciado por otra cadena de comida rápida, Big Boy, ahora en 1936. Sea como fuere, asombrado por el fulgurante éxito de su receta, Jim Delligatti es siendo consciente de que ha contribuido al «bien común estadounidense». Aun ha abierto un lugar de comidas-museo Big Mac en North Huntingdon, cerca de Pittsburgh. Tiene la escultura del Big Mac mucho más grande de todo el mundo: 4 metros de prominente y 3,5 de ancho.

En pos de un óptimo nombre

El Big Mac no se llamaba de esta forma desde el comienzo. La compañía tenía la duda entre 2 nombres: la Aristocrat y la Blue Ribbon Burger. En el final, fue la joven Esther Glickstein Rose, asesora del departamento de propaganda, quien ha propuesto el Big Mac. La joven de 21 años tuvo la iniciativa en 1967, pero no fue hasta 1985 en el momento en que se le atribuyó el proyecto.

Jamás habría pedido (ni recibido) nada a cambio del proyecto, pero la compañía le envió una nota de agradecimiento con una placa grabada con un Big Mac.

El bocadillo mucho más vendido de la marca

Hoy en dia, los sitios de comidas McDonald\’s venden mucho más de 550 millones de Big Macs por año en el mundo entero. Sus mayores fanes no son solo estadounidenses, sino más bien asimismo nipones. Símbolo del capitalismo y de la civilización habitual, asimismo tiene una mala reputación que lo convirtió en icono de la comida basura.

Pese a ello, su éxito sigue incesante en cien países, hasta el punto de que la gaceta británica «The Economist» creó un índice Big Mac, una referencia económica que dejaría saber el coste de la vida de un país a otro.

El valor de un Big Mac cambia bastante de un país a otro: al paso que en USA cuesta una media de 4,79 dólares estadounidenses (4,23 euros), en Inglaterra cuesta 3,85 euros, en Francia 4,50 euros y en El país nipón 2,77 euros.

De todos modos, le costaría a la compañía… 66 céntimos de euro. Si desea evaluar el Big Mac mucho más costoso, vaya a Suiza: ¡cuesta una media de 6,65 euros! Y si escoges ahorrar dinero, dirígete a Ucrania, donde cuesta 1,05 euros.

Una receta (prácticamente) invariable

La receta del Big Mac no cambió desde su creación y los elementos son exactamente los mismos en el mundo entero: tres rebanadas de pan, 2 filetes troceados, queso cheddar colado, cebolla, pepinillos, ensalada y, naturalmente, la salsa Big Mac. No obstante, existen algunas variantes: en Francia hay un Big Mac con pan integral; en la India, donde la vaca es un animal sagrado, la carne de vacuno se ha sustituido por pollo (Maharaja Mac).

El estadounidense Don Gorske, que apareció en la película «Super Size Me», descubrió el Big Mac en 1972: ¡diríase que se comió nueve! Desde ese momento, come unos 2 cada día, todos y cada uno de los días. No obstante, el goloso impide las patatas fritas para limitar las secuelas negativas de su dieta particular.

Según la cadena McDonald\’s, un Big Mac contribuye 504 kilocalorías (nutriscore C), a sabiendas de que la ingesta media día tras día sugerida es de 2200.