Ingredientes
(para 4 personas):
- 500 g. de langostinos tigre, sin pelar
- 1 guindilla roja fresca
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- 2 dientes de ajos picados finos
- 1 pizca de pimentón
- Sal
- Pan crujiente, para acompañar
Elaboración:
- Arrancar la cabeza a los langostinos. Pelarlos, dejando las colas intactas. Con un cuchillo afilado, hacer una incisión poco profunda a lo largo del lomo para extraerles el hilo intestinal. Aclarar los langostinos bajo el chorro de agua fría y secarlos con papel de cocina.
- Cortar la guindilla por la mitad, a lo largo, retirar las semillas y picarla fina. Trabajar con guantes o lavar las manos después de picar la guindilla, ya que la sustancia que desprende puede irritar las pieles sensibles, especialmente alrededor de los ojos, nariz o boca. En cualquier caso, nunca frotar los ojos tras tocar la pulpa de la guindilla.
- Calentar el aceite en una sartén grande de base gruesa o en una cazuela resistente al fuego y freír el ajo durante 30 segundos. Añadir los langostinos, la guindilla, el pimentón y una pizca de sal. Freírlo todo, removiendo sin cesar, durante 2 o 3 minutos, hasta que los langostinos adquieran un color rosado y empiecen a enroscarse.
- Servir los langostinos en el recipiente donde se hayan frito, mientras aún chisporroteen. Acompañarlos con palillos, para pincharlos, y con trozos o rebanadas de pan crujiente, para mojar en el aceite.