Por qué no debes mezclar lechuga y tomate

Descubre por qué no debes mezclar lechuga y tomate

Con este post descubre por qué no debes mezclar lechuga y tomate, para los amantes de los vegetales, las ensaladas frescas son una opción inmejorable, por lo general utilizan abundante lechuga mezclada con otras frutas (parte de la planta que contiene la semilla), como el tomate.

En una receta muy conocida de origen asiatico se utilizan como principales ingredientes la lechuga y el tomate, pero debido a su composición, estos dos elementos alimenticios no deben mezclarse y la razón es muy sencilla, los tiempos de digestión de cada alimento son la clave.

Los nutricionistas aseguran que determinados alimentos no deben mezclarse por una mejor digestión y aprovechamiento de los nutrientes de cada alimento, ahora tu, descubre por qué no debes mezclar lechuga y tomate.

La lechuga (lactuca sativa) es una planta herbácea propia de las regiones semitempladas, se puede consumir durante todo el año. Normalmente se toma cruda, como ingrediente de ensaladas y otros platos, con raíz pivotante y ramificada de unos 25 cm. Es una entrada ligera, con valor nutritivo pero con alto contenido de agua, además, la lechuga es rica en antioxidantes, vitaminas y minerales.

Cada 100 gr de lechuga contiene: Carbohidratos, azúcares, fibra alimentaria, proteínas, agua, además de retinol (vit.A), betacaroteno, tiamina (vit. B1), riboflamina (vit. B2), ácido pantoténico (vit B5), B6, C, E, K, calcio, yhierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio y zinc. El misterio será develado, descubre por qué no debes mezclar lechuga y tomate.

En cuanto al tomate (solanum lycopersicum) debemos decir, que su nombre tomatil, proviene de a lengua azteca, por lo que su origen es mexicano, que es tomado como verdura, pero realmente es una fruta, pues al ser el portador de la semilla esto lo convierte en fruta, si nos orientamos por la definición dentro del reino vegetal, su consumo se ha globalizado gracias a las ensaladas y otros potajes derivados de su procesamiento, tales como salsas y purés, además de bebidas energizantes, 100 gramos de tomate aportan solamente 18kcal, agua e hidratos de carbono, azúcares simples y ácidos orgánicos, potasio, magnesio, vitaminas B1, B2, B5, C y antioxidantes.

Descubre por qué no debes mezclar lechuga y tomate, pues cada alimento, como lo dijimos al inicio, posee determinadas cualidades que le permiten ser digeridos por el organismo, y la diferencia entre uno y otro, es precisamente, los tiempos que duran en el proceso digestivo.

En el caso de la lechuga, esta tiene un periodo de digestión muy corto, por lo que el organismo digiere sus nutrientes a gran velocidad, mientras que el tomate es un poco más lento, esto producirá dentro del organismo, exactamente en el aparato digestivo, ciertos retrasos en relación de un alimento a otro, lo que desencadena, en el caso del tomate, una reacción de fermentación, que se convierte en acidez y gases estomacales.