Cuando se trata de asar a la parrilla, las pechugas de pollo puede ser problemáticas, especialmente las pechugas de pollo sin piel. Este tipo de carne en sí es pobre de grasa, y sin los huesos para aislarla o la piel para protegerla, la pechuga de pollo a la parrilla tiene una tendencia a cocinarse demasiado y se secan con mucha facilidad
¿Entonces qué es lo que hay que hacer?
Un método consiste en marinar las pechugas de pollo en un poco de salmuera de pollo, una vez marinadas ponerlas a asar en la parrilla con fuego bajo y uniforme, e inmediatamente después poner la parrilla a fuego alto.
Todo lo que necesita es para marinar la pechuga de pollo es colocar por 30 minutos en un tazón o recipiente grande 1/4 taza de sal simple las cuales diluimos en 4 tazas de agua, una vez hecho esto colocamos las pechugas de pollo dentro de esa solución para que absorban la humedad suficiente para que puedan lograr una mejor coccion al calor de la parrilla sin secarse.
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Después de media hora reposando en esta salmuera, la sal que se absorbe no es tanta como para hacer que el pollo tenga un gusto salado, pero si lo suficiente para que se mejora el sabor del pollo. Normalmente salamos la carne, ¿verdad? Si lo vas a poner en salmuera no necesitarás salarlo..
Entonces para finalizar damos un masaje sencillo con pimiento en polvo (ideal para el color) y el aceite de oliva (para que no se pegue a la parrilla), y colocamos ese lado de la pechuga en la parrilla el cual se va a dorar, le dara un acabado muy agradable a la vista y sobre todo un magnifico sabor.
De esta forma has cocinado unas excelentes pechugas a la parrilla, unas pechugas de pollo jugosas.
